Tayra, rubia santiaguina 21

Nombre = Tayra
Nacionalidad = Chilena, Santiaguina
Edad = 21 añitos Costo= 15-20-25 según el tiempo
Ubicación= Centro
Tipo= Agencia
Conserje= Piola

Notas servicio:
Nivel de Empotamiento= 10%
Contextura = Delgada
Altura = 1,68, con tacos se ve más alta, porte de modelito local
Cara = 7. Muy linda, rubiecita y crespita
Trato: Buena onda, simpática.
Besos = 6. Igual acepta los piquitos
Tetas = 5.5. Pequeños
Culo = 6,3. Grande, rico, formadito
Pussy = 6,5. Depiladita 3/4, labios delicados y salidos
Mamon = 6,1. Largo, igual le falta
Movimientos pelvicos = 6.5. Bien, se mueve cortito pero rico
Calidad de sonido= 6. Creibles
Anal = NA (El pololo la dejó traumada)
Ambiente = 5,8. Faltan espejos, toallas...
Atención= 6,4. Buena atención.

Comentarios:
Entro a la agencia. El conserje me hace pasar a la recepción. Se escuchan risas, movimiento, hasta que se escucha el glorioso sonido de los tacones acercándose... entran 5 chicas y de inmediato me fijo en ella, la rubia alta. Vestida con un bikini celeste y pareo que deja asomar unas caderas grandes y exquisita piel blanca y suave, con un cintillo que sujetaba sus rizos dorados. Pregunto el nombre a todas por respeto. Escojo a Tayra, dándole las gracias a las demás. Ella se acerca y me da un besito en la boca. Negociamos y cancelo al conserje, me pregunta si llevo condones, obvio, unos durex recién comprados en la farmacia (no eran tan tarde). También le pago un trago a la mina. Ella se va a la pieza en busca de sus cosas. Regresa con una carterita y con unas sandalias bajitas. Subiendo por las escaleras me dice que son más cómodas que los tacos, igual punto menos, el sonido de los tacones de la señorita dirigíendote al lugar donde se concretará aquel acto pecaminoso es imprescindible para adornar el momento.

Cuento corto, le quito el bikini y nos metemos dentro de la cama denudos, sus besitos locos y ella baja hasta mi entrepierna para colocarme el forrito. Aplica una mamada complaciente, larga pero con poca técnica, igual le pone empeño. Mi herramienta queda en su tamaño máximo. Noto como ella se traga la saliva ante semejante desafío de tener que comerse el pedazo de carne que me gasto, humildemente... Me llama la atención que no utiliza lubricante ni nada en su chochito de pelitos claros. Las sábanas quedan hasta atrás y ella me dice toda risueña que para que nos acostamos dentro de la cama si al final siempre queda toda desordenada jejeje... Separa sus muslos y pa entro, rico chorito, muy cálido y estrecho, sequito, como se ajustaba a mi penca uff...Estamos en esa y le digo que se maneja en el misionero. Ella me dice que porque le decian misionero... me llama la atención que no sepa, tal parecía que la minita era nueva en esto. Puede ser, muchas vienen de Stgo al norte, supuestamente de "vacaciones" y estan por poco tiempo haciéndolas de scort para juntar platita. Mis bolas están listas para desahogar la leche, pero me contengo para cambiarla de pose. Una hembra así no se puede desperdiciar.

Le indico que me haga otra mamada, esta vez yo de pie. Aplica muy complacientemente ella, un amor la señorita. Aprovecho entonces de darle una clase sobre terminologías sexuales: Un misionero llegó a una jungla en donde los salvajes hacian el amor con la mina encima del macho. El visitante les enseño a hacerlo con la mina abajo y el loco arriba, quedando para siempre esa pose con el nombre del Misionero.

Ella se ríe. Cambio a lo perrito al borde de la cama, lo mejor de la noche. En cuatro su culo se ve majestuoso, grandote. La penetro suavemente para ir incrementando la fuerza, ella igual se menea como si estuviera perreando en forma exquisita en una disco... uff, todo para adentro hasta los cocos. Acaricio su cintura, caderas, muslos... la tomo por sus tobillos y sigo dándole, aparecen sus gemidos y le doy como caja a la rubia rica... Ella mira para atrás como queriendo decir que está duro y que le estoy haciendo cagar el chorito, pero que siga, siga... hasta que no puedo más y acabo, quedando todo mi néctar destinado para su vulva contenido en el látex... la mina se limpia, me limpia a mí y bebe su trago, convidándome un poco, me imagino que agradecida del grato momento de sexo y caballerosidad que le entregué, tratándola siempre como la reina que es, una reina a disposición del que pueda pagarle.