Un reporte de Mariana

Esto ocurrió el viernes 1 de septiembre en la cita que tuve con Mariana:
Llegué al Telmo como hora y cuarto antes de la cita acordada. Me duché y empecé a llenar el Jacuzzi. Puse música, me puse short y polera para esperarla. Me tomé entera la cuba libre (entre tanto), entre que me acostaba y como que quería dormir. Empecé a jugar con el niño y respondía a los chicotazos con los dedos (todo bien 😊). Me pidió que le comprara un agua con gas antes de llegar (y lo hice). Dejé la puerta abierta, y casi sin golpear entró diciéndome “Tienes la puerta abierta… (siempre me dice lo mismo, no en calidad de reto ni nada jaja… como que me fueran a pillar ‘en pelotas’)”.
Yo estaba recostado en la cama, y ella se acercó a mí y me saludó con un beso rico (sabroso). Estaba vestida de unos jeans jogger grises (moteados) con un suéter pullover violeta suave, hermosamente maquillada sin exagerar, pestañas frondosas; y su cadena sobre el suéter.
Se recostó a mi lado, me preguntó si se veía muy carreteada (de cara) pq se había ido de copas (de wiskey creo) la noche anterior y había despertado a las 3 de la tarde. Yo me reí y la besé dándole a entender que no importaba eso. Nos besamos por unos minutos, besos ricos, saboreando su labial con sabor, disfrutando de su fragancia tb. Ya el niño estaba mas que despierto, cuando ella se desvistió quedando en sostén (entre beige y violeta) y colaless estilo deportivo blanco; que mostraba su cuerpo fitness (rico).

Seguimos en la misma posición en la cama besándonos, le dediqué un tema de Coldplay que estábamos escuchando. Ahora abrazándonos y yo jugueteando con su culo con mis manos; mientras el niño dentro del short ya estaba haciendo de las suyas en sus piernas.
Me pidió que le diera un masaje y fue por un aceite lubricante, se recostó dándome su espalda y mostrando ese culo hermosamente redondo fitness sin ser exageradamente grande (pero es un poco grande, porque chico no es jajaja). Me saqué el short y el niño ya estaba llorando ( 😊 ), le sequé las lágrimas y lo envolví en mi polera y lo puse en su culo (y entrepierna) mientras le daba un masaje en la espalda, que me lo agradecía. Antes de darle el masaje, le dije cosas ricas a su oído.

Habrán sido unos 4 minutos de masaje y ya el niño estaba duro pidiendo que le dieran atención urgente. Cambiamos de masajista, ella empezó a masajearme el pecho con el aceite, mientras que mi pene jugoso hacía lo suyo queriendo romper el calzón (jajaja nunca sucederá ), fue un masaje tántrico de senos en mi pecho y boca; hubo besos ricos también, y mi pene rozando su vagina (con calzón); hasta que se mojó entero el calzón (estaba muy suave, ya casi entraba el niño por ese tobogán de placer). Ella no quería que ocurriera ese desliz (del niño adentro de la niña), entonces, fue a buscar el preservativo corrugado (que llevé) y me lo zampó en el miembro. Yo pensé que el preservativo era de los grandes, pero este cabro chico cabezón lo llenó sin problemas. Y ella por fin se sentó en mi callampa sin ponerse lubricante antes ni nada (porque ya estaba suficientemente lubricada).
Empezamos las embestidas y los apretones en su espalda que le gustan tanto, besos en la boca y besos en sus senos hermosos (grandes redondos excelente forma textura y turgencia, los amo 😊). De repente, el niño se escapaba de la prisión y ella se lo volvía a embutir con placer. Fue exquisito, la besé en el cuello y creo que se fue cortada.

Cambiamos de posición a misionero y me encanta manejar las embestidas y después de un rato de embestidas, besos en la boca y susurros y besos en el cuello, creo que posiblemente acabó nuevamente (quien sabe). Seguí disfrutándola en esa posición, hasta que nos fuimos al jacuzzi, para seguir una patita de cueca allí.
En el Jacuzzi el niño entró un ratito en la caverna de placeres, pero se relajó mucho con el agua al parecer… y no duró mucho adentro jajaja
En el jacuzzi, terminamos conversando, relajándonos y yo dándole masajes en las piernas y en los pies. Hablando de esto y aquello (no se puede contar lo que hablamos… es secreto).
Se vistió y yo igual, y se despidió con un pequeño gran beso rico. Hasta la próxima vez.