Si la felicidad fuese perpetua,
no sería tan placentero arroparse con la dulzura de la hiel,
inocencia saqueada, cuna destrozada,
una vida colmada de agonía,
son los nombres de algunas grietas que aun llevas sobre tu tersa piel.
Me acompaña la melancolía
con muchos giros de tristeza.
Me ha cambiado la vitalidad,
podría decir que he cambiado
hasta mi manera de pensar.
ASI ES MARCELY
CON CARIÑO
DE SU AUTOR
PROTON
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