Asfixiofilia: Se la llama también estrangulación erótica. Consiste, básicamente, en jugar a estrangular a la pareja sexual. Esta perversión erótico-festiva es la que acabó con algún que otro miembro del Parlamento británico y, curiosamente, del partido conservador. La equipación mÃÂ*nima para practicarla suele ser un lazo o soga al cuello, una naranja en la boca y unos calcetines blancos…

Astenolagnia: Atracción por la humildad, la humillación o la debilidad sexual ajena.

Audiolagnia: El estÃÂ*mulo principal proviene de la audición.

Autagonistofilia: A diferencia del exhibicionista (la persona afectada muestra intencionadamente sus genitales a otra persona que ni se imagina lo que se le viene encima), un autagonistofÃÂ*lico crea situaciones en las que otras personas puedan verle desnudo por accidente. Por ejemplo, puede que le dé por dejar las cortinas abiertas y pasearse desnudo por la casa o caerse en bolas por la ventana de la habitación.

Autoabasiofilia: El estÃÂ*mulo es estar o volverse cojo.

Autoasasinofilia: FantasÃÂ*a masoquista de ser asesinado.

Autoasesinofilia: Las personas a las que les va esta perversión se excitan sexualmente cuando se colocan en situaciones en las que podrÃÂ*an acabar muertas.

Autoasfixiofilia: el estÃÂ*mulo es ser asfixiado durante el acto sexual.

Automamada: A buen lector, pocas palabras bastan.

Automisofilia: atracción por ser ensuciado o corrompido.

Autonepiofilia: el estÃÂ*mulo es utilizar pañales y ser tratado como un bebé.

Autopederastia:. Obsesión, que se da sobre todo en los años de la pubertad, en la que al sujeto en cuestión le da por intentar metersela pitolina por el ojete.

Y ESO QUE VAMOS EN LA "A"... RECIÉN-.....¡¡¡

JAJAJAJAJA