Lo otro es que el califa también ha cambiado.
Siempre queremos más, por menos dinero... Hacemos poco esfuerzo por entablar una buena relación humana, que al fin y al cabo trae beneficio económico y disfrute.
Escuchando a las cafetinas, los weones llegan y les agarran el trasero con menos sutileza que alicate de corriente...
Sin embargo, más que eso, creo que mi aburrimiento pasa por esa trágica pregunta que alguna vez nos hacemos en todo aspecto de la vida... ¿Y ahora, que más sigue?
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