Puta cabros, la verdad es que yo jamás he tenido conflictos o opiniones negativas con respecto a lo normado o reglamentado que hoy en día están las atenciones de las cafetinas... Mucho menos he puesto peros a los precios... Sencillamente no lo hago, porque no me cuesta encontrar la fisura de ese murallón, con las cafetinas que de verdad me interesan y finalmente soy yo quien elijo como ser atendido.

Por mi parte, el problema va que de vez en cuándo me aventuro a traspasar la barrera de cliente-cafetina... De vez en cuándo, me pregunto que mierda hago en un antrito si ya no me gusta coshinear... Y por sobre todo, siempre espero dejarlo todo en la cancha y jugármela hasta las últimas consecuencias y eso me parece emocionante... Pero ¿que sigue?