Yo fui como tres veces, cuándo vivía al ladito... Y la verdad es que iba a puro wewiar hasta que caché el plato de fondo, postre y bajativo.
Desde entonces no fui más porque me pasó una talla muy fea.
Sin embargo, guardo buenos recuerdos de una que se llamaba Karen, cuya principal gracia es que me hacía cagarme de la risa.
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