Estimados cófrades, cada vez resulta más difícil encontrar la atención deseada en un café. Es cierto, uno ya con sus años sabe a dónde ir y a quien elegir, pero el instinto cafetero obliga a replantearse visitas que alguna vez han sido vetadas.
Café Río Merced.
El local es medianamente lindo, creo que no necesita mayor descripción.
Entro y a pesar de haber querido tomarme el tiempo para hacer una elección correcta, una dominicana de curvas de Yayita, culo hecho a mano y de una belleza exótica; me aborda en la entrada.
Que les puedo decir, los demás comensales creo que sentían envidia porque Cristal me estaba atendiendo: Perreo intenso, curvas para derrochar… Y yo, más apático que de costumbre, daba un bostezo pues me sabía el resto… Atención mecánica y parkímetra, cero conversación, cero actitud…
Rica la mina, pero una atención olvidable.
Café Entre Dos
Local también medianamente lindo, minas muy ricas y otras ahí no más. Buena atención, sobre todo si es con mi regalona, lo mejor es que puedes pedir un traguito pa compartir.
Atención a pedir de boca, simpatía y cordialidad. Aun así, es algo caro…
En este café no soy muy objetivo, puesto que soy como de la casa y yo lo pasé excelente.
Lamento lo corto del reporte, pero ahora tengo nuevos obstáculos para tener una mayor participación.
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