Como será mi costumbre, no me voy a adentrar en detalles demasiado explícitos, la verdad es que vuestra imaginación es bastante amplia para ver a través de mis palabras y saborear en sus cabezas lo que experimenté.

Debo reconocer que ayer cuando llamé a la puerta de Jadex, no me imaginé lo que vendría, aquel masaje dual y thai me tenía muy intrigado. La verdad compañeros, me cuesta un poco hilar las palabras, después del delicioso dueto que me recibió, me tomó, me desmembró hasta sensibilizar cada centímetro de mi cuerpo hasta hacerlo explotar.... y después me unió lentamente hasta volverme a la normalidad. Si compañeros logianos, aquellas princesas son nada más ni nada menos que Lily y María Paz.


Ahora la tabla de rigor y después la segunda parte de mi reporte.

Musa = Lily y María Paz
Costo= solo tips... ¡larga vida a las rifas!
Ubicacion = en mi cabeza
Fono = solo abran los ojos
Recepcion = 7
Conserje: no hay

NOTA SERVICIO
Apariencia en gral. = 6,5
Contextura = la indicada
Edad = no pregunté.
Cara = linda
Voz = 6,5
Besos = 6,9
Figura= 6,0
Masaje = 6,0
Atencion= 6,5
Ambiente = 6,5

Antes de seguir, quiero enviarle muchos besitos a ambas, linda la conversación de cine y espero volver a estar con ustedes pronto. Saludos a todos.

"Llegué derrotado por los golpes de San Lunes. Pero una vez en el micromundo Jadex, las imágenes paganas del trabajo, la gente molestosa y el teléfono que no para de sonar, poco a poco desaparecían. El aroma del incienso, la música a volumen preciso, el baño limpio... mmmm... me prepararon de la mejor manera. Después llegaron ambas, tan simpáticas como siempre, un abrazo y un beso a María Paz bastó para encender mis pasiones, a Lily solo la había visto, pero es bella y experimentada... maravillosa para dejarse llevar.
Una vez en la camilla, al sentir las pequeñas y tibias manos de Lily y la fuerza en los movimento de Maria Paz empezaron a confundirme al principio, pero después empecé a probar las diferencias y sabores de ambas. Luego, de algunos minutos, el primer cambio: "Bájate y acuéstate". Cerré mis ojos y sentí las temperaturas y texturas, sobre todo texturas, por todo mi cuerpo, que ya estaba medio dividido. Después el tercer y último cambio: "¿Te quieres dar vuelta". Cuando abrí los ojos y miré las luces nobélicas de aquellas musas. lo que hizo que mis ojos se nublaran... los gemidos en mis oidos que se entremezclaban con Sade, nuestras formas moviéndose, los ritmos cambiantes... hasta que poco a poco, se escapaba esa última parte de mí, ese último suspiro que salía de mi boca y... por un segundo dejé de existir..."