casi ningún cafetero a comentado, como yo sólo consumí sólo una vez un escort y volví a los cafés, tengo una idea.
El café es un tremendo preámbulo, en mi caso me estimula más un perreo, una conversación que un palante y patrás con una mina que no conozco. Es diferente, pero también en cualquier café, independiente del tipo, existe un jueguito de seducción. Hay una ilusión de que uno puede seducir a la chica, o de conseguir que la chica le realice un "servicio" y por último conseguir que realice el "servicio" a un buen precio. Es diferente, puede que sea más entretenido follar con alguien con quien se tiene buena onda.
LA escort que conocí, era muy buena en lo suyo y se por los comentarios de ella que su "servicio" está muy por sobre el estándar. El problema es que no me dejó hacer nada, no hubo retroalimentación, aunque si hubo buena onda. De ahí, volví a los cafés y ahora asumo que me gusta más el camino que la meta.
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