Saben, yo no soy muy putero, y leyendo las entrevistas de Marcely y Rocío, en que ambas entrevistadas han tenido la gentileza, aparentemente, de contar la firme, me dan menos ganas todavía de ir... quiero decir que sabiendo que las cabras quieren puro pasar el trámite, que les resulta eventualmente desagradable, que algunas como Rocío se ponen exquisitas y que por lo tanto corro el riesgo de que me diga que no (me considero razonablemente bien parecido y educado, pero confieso no ser muy metrosexual para vestirme o hablar), en fin, en resumen, corriendo la cortina de la ilusión y viendo la tramoya real, no digamos de sus vidas, si no que de su trabajo, cualquier ilusión se muere. Y si bien solo tipos muy jóvenes o muy pollitos deben creer que una prostituta se acuesta con ellos porque son lindos, que siempre gozan y que cuando les dicen que son una máquina es cierto, una cosa es saberlo por deducción y otra que te lo digan a la cara (o a la pantalla). Cualquier magia se muere.

Saludos!