MARCELA.
Edad: 23 años.
Lugar: La Mansión
Tipo: Agencia
Ubicación: Concepción, Rengo c/ Prieto
Horario: Lunes a sábado de 11:00 a 20:00

Descripción física: pequeña, curvilínea, caderas amplias, cola grande y redondeada, pechos medianos y firmes con exquisitos pezones, un poco de guatita, cabello negro liso, lindos rasgos faciales.

Descripción servicio: simpática y apasionada, muy golosa, prende como pasto seco esta chiquilla, cuidado. Muy hot, auténtica y con mucha iniciativa. Sexo
oral sin preservativo solo con buena higiene previa. Garganta profunda, americana, quico y todo lo demás, para dejarte seco. Servicios normales y completos. Relajada con los tiempos, muy risueña y agradable.

Aspectos positivos: Extremadamente simpática y muy caliente. Imposible pasarlo mal con ella. Sus fuertes son su carácter y sus ganas.
Aspectos negativos: Chica natural, contextura normal. No es una barbie, y físicamente puede no ser del gusto de todos, pero posee rasgos que son tanto o mas valorables que lo físico y que hacen que coger y compartir con ella sea una experiencia completamente recomendable.

Prestaciones del lugar: habitaciones individuales, con baño propio y compartido. Toalla limpia, baño bien aseado y equipado (jabón líquido, ducha caliente), preservativos de buena calidad, aportados por la casa.

Marce retribuyó mi regalito devorando a Vilu jr por completo. Al pobre se lo violaron, lo abdujeron. Garganta profunda, succión asesina, hasta con arcadas y golpeteo de su lenguita en mis bolas... ahí caché que Marce me iba a hacer pebre. Nos besamos como desesperados mientras la desvestía. Luego devoré sus tetitas (que ricos pezones tiene esta chica) y me fuí de cabeza a su entrepierna. Mi lengua se pegó un bailoteo sobre su clítoris, y al poco rato Marce empezó a retorcerse y a gemir, mientras se mojaba rápidamente. Estaba en lo mejor cuando ella me agarró la cabeza (la de arriba) y me atrajo hacia su boca y sus tetas, exigiéndome enfundar al pequeño. Ahí recién la perla me suelta que llevaba 2 semanas de receso. O sea, cagué redondito.
Linda sorpresa... ¿que hacer? había que apechugar nomás. Tiempo para reflexionar no tuve, ni quise tenerlo. Lo siguiente que percibí fue mi pene penetrando una y otra vez la chochita mojadita de Marce, en misionero, con la nena aferrada a mi espalda sin querer soltarme, y sus piernas agarrándome el culo. Yo solo podía ir pa'delante... la cogí rico, muy intensamente, gozando con cada quejido y gritito de placer de Marcelita. Al cambiar el ángulo, Marce comenzó a masturbarse mientras la cogía (me calienta esa weá... ) pero mas aún me calentaba masturbarla yo mientras la follaba, así que eso hice. Mi recompensa llegó a los pocos minutos, cuando Marce acabó entre fuertes gritos de placer. Su chochita palpitaba y yo no quería parar. Seguimos culeando rico, aprovechándome de que Marce es pequeña y maniobrable, tomándola en brazos, cogiéndola de pie contra la pared, en medio de la pieza, sobre la cama a lo misionero, de lado... hasta hacerla acabar nuevamente. A esas alturas, debo haber tenido la cara de placer mas estúpidamente gozosa de todo Conce. El pene me palpitaba y me dolía de tanto coger, pero la nena no me soltaría ni cagando. Tras su segundo orgasmo, me dió un respiro. En realidad, ambos lo necesitábamos, estábamos mojados de sudor y cansados de coger. La media hora había pasado hace rato.
Marce bajó a buscar unos bebestibles, estábamos secos. Cuando volvió, los vasos pasaron re poco tiempo en nuestro poder. Se fueron directo al velador, y nosotros, a seguir culeando rico. En plena cabalgata, mientras chupaba sus tetitas, Marce me dijo entre quejidos que me quería atrás. Doggystyle de una. Sus caderas golpeaban contra mi pelvis mientras la penetraba una y otra vez. En algún momento, cambiamos a misionero al otro lado de la cama. No sé que pasó entre medio ni como llegamos al otro lado. Solo recuerdo cogerla intensamente, estrechamente abrazados, hasta acabar entre sus besos. Cerramos la tarde con un prolongado regaloneo final. Te espero abajo, me dijo. Le respondí con la frase mas weonamente hipócrita del día: "bajo, y ahí veré con cual chica sigo". Ni yo me creí semejante mentira. Estaba muerto. El premio estaba cobrado, y el intento de hacer una triatlón legal, agendando una tercera hora extra, era una locura. Quizá podría haberla hecho, pero era apostarlo al todo o nada. Fuí un weón penca y decidí dejar el tema hasta aquí.
Tras la ducha, bajé con las chicas, y ví que quizás mi decisión no había sido del todo mala. Solo quedaban Katalina y Tatty, ambas salientes de sus respectivas atenciones, y un poco cansadas a esas alturas de la tarde (mas de las 19:30). Compartimos unos bebestibles, evalué por última vez si le daba con Kata una tercera vuelta (decidí que no, al final), y me despedí de las chicas. Marce me acompañó hasta la puerta, donde nos devoramos a besos y agarrones. Nos despedimos largamente y regresé al centro. Lo primero que hice fue pasar a la fuente alemana por unos tocomples y una Kross helada. Lo necesitaba.