Ya que el Teki ha estado desenpolvando temas de masajes, aprovecho de contarles que hace unos días, después de prácticamente un año, volví a visitar a Antonia, que ya no está en Nueva Providencia con Guardia Vieja, sino en metro Tobalaba.

Tenía muchas ganas de volver a verla, ella fue mi locura personal por mucho tiempo. Como ahora yo trabajo en el centro, no me queda fácil, además que subió la tarifa mucho, para los valores que yo estoy manejando ultimamente.

Pero la calentura es más fuerte y fui.

Me recibió con su bella sonrisa y su rico beso. Comentarios, conversa, risa, algún agarrón por ahí. La pregunta de siempre "¿has vuelto a saber de la Ale (Alexandra)?"

Está en un tremendo departamento, buen baño, buenas habitaciones. Yo pasé a la ducha, ella preocupada de los detalles, toallas limpiecitas y olorositas "te voy a poner otra toalla para que pises al salir de la ducha".

Y luego, a la cama. De masajes no supe, directo a las caricias, besos y demases. El oral de la Anto sigue siendo de lo mejorcito del mercado, lo mismo su cabalgata. Su actitud amiga/amante, calentona y divertida todo el rato, hacen que el estar con ella sea, cuando no, un momento gratísimo. El final del entrevero fue de película.

Me contó que tiene una clientela que ni se arruga para pagar lo que cobra, que le llevan regalos, etc. No menciono tarifa, porque parece que caro y todo, a mi me hizo precio de amigo.

Es verdad lo que he leído por ahí, que no está como en las fotos en que aparece más flaca, pero está muy rica, contundente, buen pellejo, rica delantera, rica retaguardia y lo mejor, su servicio.

Va a ser difícil que vuelva a visitarla, me queda lejos geográficamente y algo alejada del bolsillo, pero no pierdo las esperanzas.