Yo, le robarÃÂ*a la bicicleta a un cabro chico y partirÃÂ*a rajao hasta el supermercado más cercano... allÃÂ* me pondrÃÂ*a justo frente a la torre de tarros de conservas más grande... me la quedarÃÂ*a mirando un rato, igual como el gato faldero del prostibulo mira a la casquivana cuando se desnuda... luego pasarÃÂ*a con delicadeza la yema de mis dedos por todo su contorno, primero hacia un lado y luego hacia el otro, asÃÂ* como buscando sus puntos vulnerables. Luego, y de improviso, le quitarÃÂ*a los tarros claves para quedarme extasiado observando como se desmorona la estructura completa.

Luego, saldrÃÂ*a a la calle y harÃÂ*a parar un taxi y sólo para subirme por una puerta y bajarme por la otra...

Puta que morirÃÂ*a feliz...