Yo tenía 22 y estaba cero km todavía. Una garzona cincuentona se "aprovechó" de mi. Me pidió ir a dejarla a la casa, me toqueteó en el camino. Me invitó a bajarme y se me tiró. Yo, entre excitado y asqueado me dejé llevar, entre mis nervios, EP y la juventud, tuve cuatro orgasmos, dos adentro, por supuesto que a fierro pelao, dos en su boca. Sabía la viejuja, me contó que en sus tiempos le había trabajado al sexo.