Bueh... este reporte es de mi 23.549-ésima experiencia con la bella Victoria, mi princesita hippie...

La última vez que escribí un reporte fue sobre una cita distinta, sólo fuimos a cenar comida china y nos contamos mucho de nuestras vidas... Que no solemos compartir. Y siempre destaco que esta bella mujercita es culta, aprecia las artes y la literatura, y es capaz de entregar sincera amistad... Por lo cual Victoria me decía la última vez que mis reportes daban la impresión de una casta amistad... Y poco tiene de eso jjajaja.

En realidad, les aseguro que nuestras citas con Victoria son muy sexuales... Y paso a describir la última.

Fecha: Alguna tarde de verano, desde las 19 horas.
Lugar: Hotel Mosqueto.

Nos reunimos en la misma esquina de siempre, y caminamos hacia nuestro nidito de amor...

Llegando al motel, entramos a la habitación, y tan rápido como pude despaché a la camarera.

Empezamos con un largo beso de amantes, mientras mis manos recorrían su espalda y sus nalgas... Nos dejamos caer en la cama mientras seguíamos besándonos y acariciándonos, sacándonos la ropa mientras seguíamos tocándonos y besándonos...

Cuando comenzó a aparecer su cuerpo desnudo debajo de sus ropas, se asomaron sus pechos de jovencia, sus sexys tatuajes, y esas piernas que no me aburro de admirar y acariciar...

Ya casi sin ropa, parto veloz a darme una breve pero refrescante ducha... Cosa que ella también hizo.

Se recostó desnuda a mi lado, me miró a los ojos, esbozó una sonrisa, y nuevamente me dió un largo beso...

Dejé sus labios, para bajar a su cuello, a sus pechos, a sus piernas... La di vuelta por un instante, para acariciar su espalda y sus nalgas, bajando luego a lamer su * con afecto y exceitación...

La doy vuelta suavemente, y tomando una de sus piernas, acerqué su piecesito a mi boca y lo besé con fruición, deteniéndome a chupar cada uno de sus deditos...

Bajo finalmente a besar su clítoris, con suave cadencia, lo que iba aumentando de a poco la excitación... Mientras lo hacía, introducía mis dedos en su *... Lo que siempre me hace recordar una ve que estaba haciéndole oral y me pasó un juguete para que se lo pusiera en su *... Le encanta el sexo, en todas sus formas, realmente disfruta esa estimulación.

Acabó como siempre, sin escándalo, pero con unos estertores y gemidos inconfundibles, luego de los cuales bajo paulatinamente la velocidad de mis lamidos y caricias, para luego recostarme a su lado y darle un nuevo excelente y largo beso en la boca...

Victoria me besó con afecto y agradecimiento, y luego bajó ella a hacerme un rico oral...

Es muy buena en eso, le gusta... Lo lame, lo succiona, luego estimula la puntita con la puntita de su lengua, luego lo vuelve a succionar...

Esto por un rato, hasta que se da vuelta hacia mi, me da un piquito y se monta a galoparme...

Es un precioso espectáculo ver su cuerpo desnudo meciéndose sobre mi... Su cara demostrando que le gusta, y antes de que culminara, se da vuelta e introduce mi pene en su *, continuando con otra suave cadencia, hasta que exploté en ella.

No me gusta mucho contar estos detalles, pero en realidad Victoria tiene razón: No somos hermanitos, hay mucho afecto, pero también mucha pasión...

¿Volveré?

La verdad, siempre vuelvo