Me habían presentado, hace un par de años atrás, a Tani y nunca me pude atender con ella, por problemas de horario. Después, hace como un año y medio atrás, se retiró.

Hoy contacté a Senki, para preguntar quién estaba atendiendo y, en la lista que me envió, apareció el nombre de Tani.

Ella es una morenaza guapa, totalmente made in Chile, buen cuero, bonita da cara, buena delantera (con adicional temporal) y buena retaguardia.

El masaje creo que iba bien, pero dedicó como cinco minutos al pie izquierdo. Saqué a cuenta y pensé que para cuando la cosa se pusiera más cálida, casi no nos iba a quedaar tiempo, así que le confesé que me gustaban los masajes "cortitos"... ella comprendió el mensaje.

Subió por mis pantorrillas, muslos y espalda en menos tiempo del que le había dedicado al pie izquierdo, pronto estaba masajeando/acariciando la parte interior de mis muslos, muy cerquita de zonas sensibles. Luego vino la trepada en la camilla, para continuar el masaje con su generosa delantera en mi espalda. Besos en el cuello, orejas, etc.

Hasta que llegó el momento. Me di vuelta y contemplé lo que me había estado perdiendo desde que me la presentaron.

De ahí en adelante, nos soltamos y dedicamos a proporcionar caricias, besos y otras cositas ricas al "contrincante", ella se ocupaba de mi y yo me ocupaba de ella. Pasamos prontamente al futón y ahí seguimos el jugueteo, chupeteos varios, pasamos al un tórrido 70-1 que concluyó cuando ella acusó haber visto las estrellas.

Se levantó y dijo algo así como "me toca a mi", se refería a completar su tarea de hacerme sentir cositas ricas, en lo que se esmeró.

EL jugueteo concluyó cuando lo que pudo ser mi descendencia se derramó por su pecho.

Después de eso, limpiarse, conversar... y algo muy rico, más besos, ricos besos.

Hoy era el día de su retorno y fui el encargado de darle la bienvenida, la que, según sus palabras, fue muy satisfactoria.


Tani, el regreso, con tutti.