OOohhhhhhhhh,

No he llegado a ese punto, pero cuando me acarician la espalda con esas uñitas largas he llegado a poner los ojitos blancos y encoger los dedos de los pies. Al igual que un buen masaje en la cabeza (especÃÂ*ficamente la pensante (mas especificamente aun para no confundir, la que sta arriba de los hombros)).