En mi caso nunca usé un Shinai, pero he sentido el ácido golpe de su madera en mi espalda cuando practicaba zazen...

Normalmente en los retiros, cuando la meditación es muy prolongada; el Roshi pasa por detrás de uno ofreciendo despertar del letargo, con un golpe de variable intensidad, en los hombros...

Una vez en particular, quien ayudaba al Roshi en esta tarea era un Kendoka... y efectivamente el mismo bastón, en una mano diferente... se sentÃÂ*a diametralmente distinto.

No incursioné en armas japonesas, me quedé con las ganas de usar el Nunchaku o los Sai.... pero dicen, que nunca es tarde para empezar....

Se agradecen las letras estimado.