Wataso, uno y no fue por la net fue por teléfono, yo regalaba unos perritos y me meti en una radio, para ofrecerlos, el locutor tenía una voz que te hacía soñar, paso harto tiempo para llegar aconocerlo, pero por teléfono me mataba, hasta que llegó el momento estaba como jalea me tiritaba todo, él se prendó, era que no!!! pero yo oh my good, no hallaba donde meterme, desde ese día me juré nunca más y me puse a dieta.