este es mas viejo que la rutina del Dino Gordillo pero no por ellos menos cierto.....

Dos hormigas descansan junto a un riachuelo esperando a que el día
transcurra. En eso, la más pícara de las dos se da cuenta que cruzando
el riachuelo hay una gran canasta con dulces y tortas que una familia
había dejado allí por olvido y comienza a elucubrar cómo demonios
llegar hasta allá cuando, justo en ese momento, pasa por ahí un sapo.
Sin vacilar, la pícara hormiga se dirige al batracio:
"Sapo, ¿nos podrías cruzar al otro lado del riachuelo para así llegar
a esa canasta de allá? Si nos ayudas te daremos un pastel a cambio".
El sapillo accede y las hormigas se suben a su espalda, pero había un
problema que las hormigas no habían considerado: el sapo estaba muy,
pero muy hediondo, tanto que los insectos comenzaron con arcadas y
terminaron vomitando. Ya en la otra orilla, después de pagarle al sapo
lo prometido, la pícara hormiga le sugiere a su amiga:
"No nos subiremos nuevamente a la espalda de ese sapo porque está
insufrible. Mira, con estas tres pajitas que están en el suelo
construimos una barca y nos llevamos las cosas hasta el hormiguero
donde, seguro, seremos proclamadas héroes".
La compañera accede y juntas construyen su barca; pero como colocaron
tantas cosas en la barquita, a mitad del camino ésta se les hundió y
las hormigas murieron ahogadas.
Moraleja:
"Más vale un sapo hediondo que tres pajas mal hechas".