Pero el problema es de quien escucha la verdad, no de quien la dice.
Somos y me incluyo, tan poco tolerantes a escuchar verdades dolorosas que mentimos ( mentiras blancas le llaman). Por que la verdad es por lo general considerada como un ataque, que es mala intención, es envidia, y para ahorrarnos malos ratos mentimos y quedamos bien con Dios y el diablo.
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