A Valo, me lo imagino cabrito, jovencito para que se entienda, bajito, y también muy tranquilo quitadito de bulla.
Anda por ahí, tengo una cara de pendejo que no me la puedo quitar, y efectivamente tranquilo, ahora soy más florero pero hace 10 o 15 años no me sacaban palabra alguna.
Marcadores