Estimada, yo soy un ateo enpedernido, desde los 15 más o menos que no creo, nunca lo oculto y esto me ha traido más problemas y discriminaciones que el haber ido por la vida con una creencia para satisfacer o integrarme al mundo.
No es que lo encuentre bacan no creer, es un tema super profundo, incluso muchas veces he querido, he tratado de creer, pero no, no puedo.
En cuanto a tu comentario, como lo dije al principio, en esta sociedad es más fácil creer que no. Obviamente que la liviandad está en todas partes, tanto en los creyentes como en los no creyentes.

slds