Jajajaja, una u otra posición... ¿lleva a no hacer nada?...

O es solo la idea diferente la que parece imponerse, cuándo faltos de argumentos y convicciones éticas profundas, hechamos mano al discurso fácilmente polémico para generar un debate que como tal no existe, frente a un tema ante el cual no podemos hacer nada.

Enlarvada postura, que al menos nos protege de la falta de sustancia evidente, ante un tema de escrutinio público pero con decisiones a puertas cerradas, en las que de seguro el diablo metió mano.