Lo expuesto al comienzo del tema es muy cierto. A mi también me ha ocurrido que estando emparejado, aparecen todas las mujeres, que no aparecían, mientras uno no tenía pareja...Incluso, caminando por la calle tomado de la mano o abrazado con la polola, nunca falta la chica que camina en sentido contrario y te queda mirando más de lo normal y con cara levemente sonriente (no se si lo harán de pura maldad) lo que ocasiona un pequeño mal rato con la polola.

Para mi es un tema de actitud, en el caso de los hombres, cuando se tiene pareja, la actitud hacia las demás mujeres es honesta, relajada, risueña y despreocupada, no existe esa tensión sexual, ni esa oculta neurosis o preocupación por congraciarse con las féminas para ver si salta la liebre, neurosis oculta que en ocasiones se hace notoria y a veces lleva a cometer errores y papelones en la interacción con ellas.

Teniendo pareja, uno no se preocupa de la opinión de las otras mujeres, se asume una actitud desenfadada, relajada y honesta hacia ellas, lo que sin duda, puede convertir a un hombre en muy atractivo, para una mujer que lo conoció sólo, pero sin esa actitud despreocupada a que he hecho alusión.