Jjajajaj...!! Me acordé de una historia.
Cuenta la leyenda que Napoleón, siempre tan enamorado de su Musa inspiradora (que como era la costumbre de la época no se bañaban mucho) era también amante de los aromas "naturales" de la diva... entonces cuando volvía de sus batallas por Europa, cuando arrasaba con todos los ejercitos que se ponían en su camino, cuando era el momento de volver a su tierra enviaba la siguiente nota:
"Josefina, luego de tan arduas batallas voy por fin camino a Paris, por favor: NO TE BAÑES..."
Como aquí ninguno de nosotros se cree Napoleon, el asunto es simple. Trata a tu musa, masajista como quieres que ella te trate a tí. Si te gusta que la niña en cuestión esté limpiecita y olorosita, báñate y límpiate tu primero. Así de sencillo.
Salu2