Siempre reflexioné acerca de qué (o quien, atribuyéndoles personalidad a los órganos, haciendo el ejercicio Gestalt) es más importante, la mente, el corazón, el sexo... y entendiendo que la vida, como concepto actual o explícita, es el fundamento; un "más allá" lo reviste la vida implicada, la vida en potencia, la vida futura... Por ello el sexo es la energía humana más potente, intensa y trascendente, en la mayoría.

Este cúmulo de energía, sensaciones, ideas y paradigmas hacen del sexo una suerte de religión, haciéndolo parte misma del amor Y MUCHAS VECES PARTE NECESARIA DE ÉSTE.(en rigor hasta una mira en consciencia es un acto de amor).

Yo creo que el sexo es una función más, como alimentarse o respirar; pero así mismo recuerdo que respirar es el acto más fundamental de la vida humana.

Osea, y para aprovechar que ya se me está pasando el efecto del Pico Sour; el sexo es un acto más, pero si se entrega con conciencia y amor, es parte fundamental del ser.