Que cómico y a la vez absurdo es ése argumento, que porque hay muchos padres como las pelotas, es algo positivo tener hijos sin ellos. En toda esa argumentación subyace la idea que las mujeres, se ganan a los padres de sus hijos en un raspe o en una especie de sorteo, en circunstancias que ellas mismas decidieron libremente hacer hijos con esos malos padres, ya sea por acción o por omisión.