Forerit@s, como necesario equilibrio entre el bien y el mal, y ya aburrido de la actitud nefasta del Maricón Trinitario; quiero dedicarles estas palabras, con mucho amor y auténtica dedicación.

Damas de compañía, cafetinas y masajistas:

Gracias por recibirnos y aceptarnos, así pecadores. Gracias por hacernos sentir siempre los mejores, aunque en el fondo somos unos verdaderos perdedores, impotentes y llenos de carencias.

Ustedes, que honestamente dicen de antemano lo que piden a cambio, sin importar que quizá agredimos sus orgullos, sepan que la pura presencia de ustedes nos recuerda la belleza de estar vivos, nos hacen sentir cariño por lo que somos realmente: guatones, pelados, pesados, tontos… Hasta hediondos.

Nos apartas de los hipócritas puritanos, negados a los placeres de estar vivos… Ya sea en la pobreza de una habitación, o en el lujo de tu cuerpo.

Vírgenes imperecederas, fuentes de generosidad: ¡Gracias por el placer que entregan, sin exigir los vicios del amor!… Gracias por nunca lloriquear, sin pedir despedidas ni reencuentros

Ustedes que sosiegan nuestras vidas rutinarias, se merecen una rosa en las mañanas y un clavel en las tardes, durante cada día de sus vidas.

Sinceramente,
Chondo.

Muchachos, que recurren frecuente o esporádicamente a servicios sexuales:

Jamás nieguen o se avergüencen de lo que han hecho, que sus experiencias son mucho más sanas y alegres que la de aquellos que ven maldad hasta en el beso de dos niños.

Nosotros, que siempre hemos visto primero a la mujer, bella por naturaleza; antes que su trabajo, sabemos los infinitos sabores del sexo… Que después de todo, es una de las mayores riquezas de estar vivos.

Cordialmente,
Chondo.