En la universidad había un muchacho que hace tiempo llamaba mucho mi atención, es alto y robusto, con unas canitas locas, de aquellos que para una mujer de mi clase le logran entregar seguridad en un firme abrazo. Estudiamos lo mismo, pero en generaciones diferentes….un día, hace ya un tiempo nos encontramos en un grupo común de conversa y chacoteo, hablamos de cosas triviales y de lo difícil de algunas asignatura a esta altura de la carrera y como soy muy amable, me ofrecí a ayudarlo en sus jornadas de estudio.
Generalmente solicitábamos una sala para estudiar tranquilos, poder divagar y compartir ideas. La verdad es que mi morbosa mente, imaginaba cosas que le haría mientras el concentrado leía los documentos, cosa que usualmente me hacía humedecer. En uno de estos días, me acerque, me senté sobre la mesa y abrí mi chaquetón excusándome que me había dado muuucha calor, debajo de él iba con una blusa de encajes y una camiseta azul de pabilitos, él me miro y agacho nuevamente la cabeza para seguir con su lectura. Al ver que no dijo nada, me ofusqué y me acerque nuevamente un poquito más, le dije “Camilo!!!” (nombre ficticio), -parece que me dio una arritmia, me siento mal-, logre que se separara de su asiento y se paro justo frente a mí, me puso su mano en el pecho y yo lo abracé, le di un beso intenso y mi mano se metió bajo su camisa apretando firmemente su espalda…él con un solo abrazo me separo de la mesa y me dejo de pié contra el pizarrón. A esta altura estaba muy mojada, y muy ganosa, le meto la mano por el pantalón y me encuentro algo firme, duro y más grande de lo que imaginaba.
De repente, me suelta y se dirige hacia la puerta, yo un tanto desconcertada le pregunto, -¿qué harás?-, a lo que él me responde, -asegurarme que nadie nos interrumpa-, como soy una mujer muy preparada, saco un gorrito que llevaba en mi porta documentos, lo dejo sobre la mesa y antes de que tomara su pantalón, me sujeta las manos me desabrocha el cinturón, baja mi pantalón y mi colaless y se arrodilla frente a mí para darme mucho placer, que manera de jugar esa lengua….como estaba un poco incomoda me quise sentar nuevamente sobre la mesa, pero de un brinco, el me levanta y me posa ahí sin ninguna dificultad, luego se dedica nuevamente a lo que estaba haciendo, cuando estaba a punto de acabar, me echo hacia atrás para disfrutar mejor y me introduce sus dedos, o su mano, no lo sé….pero fue tan rico mi orgasmo que olvide por un segundo donde estábamos. No alcance a reponerme cuando me toma, me levanta (solo alcanzo a ver que estaba con sus pantalones a media pierna y el gorrito puesto), me gira y me deja con la cara junto a la mesa…. Qué manera de hacerlo rico este hombre, con una mano me afirmó los brazo y los sujetó en mi espalda, y con su otra mano me jalaba del pelo firme pero sutil, como estaba tan mojada lo único que sentía eran cosas ricas jijijiji…… hasta que siento un quejido que me señala su máximo placer…..
Nos acomodamos, ordenamos los documentos que estaban en el piso, nos damos un último beso……….y para ambos….esto jamás ocurrió.