Que el señor se apiade de aquel que no conocio a Madu y no callo en sus manos reiteradas ocaciones. No saben y nunca sabrán lo que era ser beneficiado por su atención, simpatía y profesionalismo.
Que el señor se apiade de aquel que no conocio a Madu y no callo en sus manos reiteradas ocaciones. No saben y nunca sabrán lo que era ser beneficiado por su atención, simpatía y profesionalismo.
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